The Witcher 3, aunque aclamado por la crítica, no estuvo exento de defectos. Muchos fanáticos sintieron que el sistema de combate se quedaba corto.
En una entrevista reciente, el director de Witcher 4, Sebastian Kalemba, reconoció debilidades en la jugabilidad del juego anterior, destacando específicamente la necesidad de mejoras significativas.